Sobre mí

Jesús Da Rin

Soy escritor y un alquimista del alma.

Hola, soy Jesús Da Rin.

Como ceramista, he pasado mi vida con las manos en la arcilla, entendiendo que para crear algo bello y duradero, la materia prima debe pasar por el fuego. Como empresario y coach, apliqué ese principio a los negocios y proyectos, buscando siempre transformar el potencial en realidad.

Pero la vida me ha sumergido en el laboratorio de alquimia más profundo de todos: acompañar a mi esposa, Ivette, en su valiente proceso de sanación contra el cáncer.

Mi crisol ya no es un horno de cerámica, es el corazón de nuestro hogar. Aquí, la materia prima no es la arcilla, sino el miedo, la incertidumbre y el agotamiento. El fuego es la propia adversidad. Y el trabajo diario consiste en aplicar la paciencia, el amor y la consciencia para transformar estos elementos densos en fortaleza, gratitud y una conexión más profunda.

Desde este laboratorio, he encontrado mi verdadera misión: documentar el proceso de transformación. No te ofrezco una fórmula mágica para evitar el fuego, sino las técnicas que estoy descubriendo para usar su calor y forjar algo valioso.

Mi propósito es compartir esta alquimia, para que puedas encontrar el oro que yace oculto en la materia prima de tu propia historia.

"Un Poco de Mi Carrera Profesional: El Laboratorio del Emprendimiento"

Antes de los títulos —la ingeniería, la especialización en gerencia, el coaching—, estaba el impulso de transformar. Siendo apenas un estudiante, ya convertía ideas en artesanías para vender. A los 23 años, la energía cruda de un sueño se había transformado en mi primer restaurante.

La vida, que es el gran laboratorio, me presentó mi primer gran proceso de transmutación: circunstancias familiares me invitaron a dejar la ingeniería y a canalizar toda mi energía en un nuevo crisol: una fábrica de cerámica artesanal. Durante más de dos décadas, ese fue mi laboratorio principal.

Apliqué la fórmula de la gerencia para hacerla crecer, exportar y, lo que más me enorgullece, ayudar a otros artesanos a transformar su talento en proyectos sostenibles. Construimos, horneamos y creamos algo que parecía sólido.

Y entonces, en 2016, el fuego de la crisis económica venezolana subió de temperatura. Vimos cómo miles de negocios se convertían en cenizas. Mantener el nuestro no fue una cuestión de estrategia, fue un acto de alquimia diaria: transformar la escasez en ingenio y la presión en resiliencia.

En medio de ese calor, me certifiqué como coach. Comprendí que la transformación más importante no era la del mercado, sino la de la mente. La verdadera alquimia era interna. Necesitaba dominar las herramientas del espíritu para poder manejar el fuego exterior.

"El camino hacia tus sueños": cómo convertir tus metas en realidad.

El Laboratorio de tus Sueños

Hace dos años, destilé más de 30 años de experiencia como emprendedor, gerente y coach en este libro. Creé una guía de laboratorio, un manual de procesos para transformar las ideas en realidad.

En ese momento, veía este libro como un mapa para construir proyectos.

La vida me ha enseñado que su propósito es mucho más profundo.

Hoy, inmerso en el crisol de mi propia transformación personal, he redescubierto este libro como una guía de alquimia interior. Las estrategias que diseñé para alcanzar metas externas son las mismas que uso ahora para dar forma a mi fortaleza, mantener la claridad en medio del fuego y no perder la visión de la obra final.

Este libro no es solo sobre soñar. Es sobre el proceso sagrado de la creación. Es sobre tomar la materia prima de tus anhelos y la arcilla de tu realidad, y aplicar las técnicas para forjar la vida que deseas.

Dentro de "El Camino Hacia Tus Sueños" encontrarás el proceso para:

Dar Forma a la Intención: La técnica para dejar de dar vueltas y definir con claridad la obra que quieres crear.
La Transmutación del Sueño: El método paso a paso para transformar el plomo de la inacción en el oro de los resultados tangibles.
Mantener el Fuego Constante: El arte de construir hábitos, los rituales diarios que mantienen la temperatura ideal en el crisol para que la transformación nunca se detenga.

Lo escribí como un coach que te daba un plano. Hoy te lo ofrezco como un alquimista que comparte las notas de su laboratorio. Porque antes de cualquier gran obra, está el dominio del proceso.

Este es tu manual de laboratorio.

Quiero este libro

"Mis Próximos Pasos: El Manifiesto del Alquimista"

Mi trabajo en el crisol no ha terminado; de hecho, está en su fase más intensa. Mi misión es clara: construir desde mi laboratorio digital una plataforma para guiar a otros, especialmente a quienes navegan la segunda mitad de la vida, a convertirse en los alquimistas de su propia existencia.

Una Promesa de Transparencia

Conozco el peso del plomo de la escasez. He sentido la frustración de necesitar una guía y no tener los recursos. Por eso, si mi mensaje resuena contigo pero sientes que es una barrera, contáctame. El propósito de la alquimia es crear valor, no limitarlo. Siempre hay un camino.

La Fórmula del 90/10

La vida nos entrega la materia prima, ese 10% de azar que no controlamos. Pero el 90% restante es el proceso consciente. Son las decisiones, la paciencia y la dedicación que aplicamos a esa materia. Mis logros no son suerte, son el resultado de aplicar calor y trabajo constante, de transformar noches de ocio en noches de creación y caprichos en inversiones para el laboratorio.

La Próxima Gran Obra: Democratizar la Alquimia

Mi visión es usar esta plataforma para ayudar a revolucionar la educación online, democratizando la formación de calidad para que la sabiduría de la transformación interior esté al alcance de la mayoría.

Mi pasado es la materia prima. Mi presente es el proceso en el crisol. Y mi futuro es la obra que creamos juntos.

"Mi Decálogo: Los Principios del Crisol"

Esta no es una fórmula mágica. Son los principios que guían mi trabajo en el laboratorio del alma. Las leyes que observo para transformar el plomo en oro.

Alimenta el Fuego Interior. Tu mente es el fuego que transforma. Aliméntala cada día con la misma disciplina con la que cuidas un horno. Sé insaciablemente curioso. Lee libros que te desafíen. Consume ideas que te hagan un artesano más sabio de tu propia vida. El aprendizaje constante es el combustible de la alquimia.
Forja tus Hábitos en el Crisol. Los sueños son vapor; los hábitos son el crisol que les da forma. Lo que haces cada día, de forma consciente y repetida, es el proceso alquímico que convierte la materia prima de tus intenciones en la obra de arte de tu realidad. Sin el trabajo en el crisol, no hay transformación.
Descubre el Oro Interior. La felicidad no es un metal que se encuentra fuera. Es el oro que ya reside dentro de ti, a menudo cubierto por el plomo del miedo y las expectativas. Deja de buscarlo en objetos o personas. El verdadero trabajo del alquimista es disolver las capas superficiales para revelar el brillo que siempre ha estado ahí.
Define tu Gran Obra. Vivir a plenitud es crear tu propia obra maestra. Es un estado interno de armonía, no una colección de posesiones. Ignora las fórmulas de éxito que te venden. Define qué significa para ti una vida bien hecha y dedica tu energía a crearla, pincelada a pincelada, día a día.
Encuentra la Magia en la Materia Prima. No necesitas ingredientes exóticos para la gran obra. La magia se encuentra en lo cotidiano: el aroma de un café, el silencio de la madrugada, una conversación sincera. Aprende a ver la belleza y el potencial en la arcilla simple de tu día a día. Esos son tus verdaderos materiales preciosos.
Domina las Herramientas del Alquimista. La verdadera maestría se manifiesta en cinco herramientas del espíritu: la compasión, que te permite entender la composición de los demás; la gratitud, que te enseña a valorar la materia prima que ya posees; la aceptación, que te libera de la lucha inútil contra los elementos; la empatía, que te conecta; y la comunicación asertiva, que te permite definir los límites de tu laboratorio.
Inicia el Fuego. Nada se transforma sin calor. Todo empieza con una decisión inquebrantable seguida de un compromiso absoluto. Ese es el momento en que enciendes el fuego debajo del crisol. Es el acto de fe que inicia el proceso, confiando en que la materia se transformará.
El Amor es el Catalizador. El miedo y el resentimiento enfrían el crisol y detienen el proceso. El amor es el catalizador que acelera toda transformación. Búscalo y úsalo conscientemente. Es el ingrediente secreto que disuelve el plomo más resistente y purifica el oro más brillante.
Ilumina tu Laboratorio Interior. La autoconciencia es la luz con la que examinas tu laboratorio. Es la única forma de ver con claridad la materia prima con la que trabajas: tus miedos, tus creencias, tus patrones. Solo cuando iluminas cada rincón, puedes empezar a trabajar de verdad.
Conviértete en el Maestro de tu Propia Alquimia. Esta es la ley fundamental: no hay recetas universales. Estos son mis principios, los que guían mi trabajo. Ahora, te toca a ti entrar en tu propio laboratorio. Toma de aquí las herramientas que te sirvan. Experimenta. Adapta. Desecha lo que no resuene. Conviértete en el maestro de tu propia y única transformación.